jueves, 6 de septiembre de 2007

Salir de la Ley

(Hebreos 7: 12)= Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley. (Hay una época de cambio, de reforma, de salida de los esquemas tradicionales y antiguos)

(Juan 1: 17)= Porque la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. (Esto significa que nadie puede salir de la ley si primero no ha salido de la esclavitud de Egipto. Ahora; ¿Por qué debemos salir de la ley? Primero, porque Cristo ya la cumplió; segundo, porque Él nos ha introducido en un nuevo pacto y, tercero, porque en el nuevo pacto de la gracia, somos ministros competentes del espíritu que da vida. ¡Pro esto es elemental! Sí, será elemental, pero hay mucha gente que aún no lo ha visto. ¿Nunca conociste a un legalista en alguna iglesia, por allí, bien lejos de la tuya, por supuesto?)
(Romanos 10: 4)= Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia de todo aquel que cree. (La ley, aquí se refiere al sistema de obtener la justificación por nuestros esfuerzos. ¡Es que eso lo hacen en otras religiones! No creas. Hay mucho cristiano sincero matándose por ganarse el cielo. Cristo ya cumplió, tú no debes agregarle nada a eso.)

(Hebreos 8: 13)= Al decir Nuevo Pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer. (Esta palabra es profética y pertenece a este tiempo. No es que hay un tercer pacto, sigue vigente el segundo y último. Lo que está alterándose es la forma de vivir ese pacto por parte del pueblo. Es en Cristo, no jugando a tener una iglesia. Tener una iglesia, por muchos años, ha dado el resultado que vemos. Ahora es tiempo de salir a terminar la obra y de entregarle el reino al Padre. Lo que es viejo, el sistema tradicional, está próximo a desaparecer. Cristo trajo el nuevo pacto y no para que nosotros sigamos en una simbólica sinagoga.)

(1 Corintios 3: 6)= El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. (El problema más grande que existe hoy, es que hay muchísimo liderazgo al frente de las iglesias que no ha sido levantado por el Señor y al cual hay que someterse sí o sí. Esto no es bíblico, es tradicional y humano. Lo bíblico es que somos todos ministros competentes y andamos, como pueblo, ministrándonos unos a otros, aunque esto termine con las conveniencias y hasta con los negocios de mucha gente.)

Esto, en suma, es la ley de la cual hay que salir. Ese es el segundo camino a recorrer. Porque no basta con conocer un camino, el resultado se ve cuando se anda por ese camino. Todos sabemos que Cristo es la verdad, el camino y la vida, pero olvidamos que es el conocimiento de esa verdad lo que nos hace libres, que el recorrer ese camino es el que nos hace victoriosos y, finalmente, acceder a esa vida es lo que nos deposita en una eternidad futura y presente.
¿Aquí termina todo? Ojalá terminara aquí. Lo que sigue, el camino que te falta conocer y recorrer, es el peor de todos, el más difícil, el que más trabajo te dará, porque tienes un alma que, a la hora de las grandes decisiones, pesa lo suyo. ¡Y como!




Escrito por Néstor A. Martinez
28/06/2007


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